MANIFIESTO 25 DE NOVIEMBRE: ALGUNAS
ENFERMAS TAMBIÉN SUFRIMOS VIOLENCIA DE GÉNERO
Cada 25 de noviembre se celebra la
jornada mundial contra la violencia de género. Conforme van transcurriendo los
años del siglo XXI de nuestra era nos vamos concienciando más y más del
problema insostenible que supone dicha violencia en cualquier país del planeta.
Sin tener justificación ni cabida en ningún punto del mundo, parece que la
pervivencia de este fenómeno es más execrable en los países desarrollados con
gobiernos democráticos, con un nivel de alfabetización del 100% y unos
presupuestos considerables en políticas sociales.
Diversos estudiosos desde distintas disciplinas han determinado la existencia de diferentes tipos de violencia de género. Así ateniéndose a criterios como el ámbito, el modo, el tipo… como ésta se ejerza puede ser: familiar, laboral, institucional, sexual, física, psicológica, etc.
Diversos estudiosos desde distintas disciplinas han determinado la existencia de diferentes tipos de violencia de género. Así ateniéndose a criterios como el ámbito, el modo, el tipo… como ésta se ejerza puede ser: familiar, laboral, institucional, sexual, física, psicológica, etc.
Algunas de las formas de violencia de
género son muy conocidas por ocupar tiempo y espacio en los medios de
comunicación de masas, o porque los gobiernos invierten en campañas para
visibilizarlas y revierten, a cambio, votos. Sin embargo, otras pasan tan
desapercibidas que son ignoradas por la mayor parte de la sociedad, más no por
ello dejan de ser igual de abominables.
Pues bien el tipo de violencia de
género del que vamos a hablar y que implica la discriminación de la persona de
modo que no puede poseer los mismos derechos humanos que sus congéneres de sexo
opuesto en condiciones de igualdad, no es otra que la ejercida con las mujeres
que sufren Sensibilidad Química Múltiple, digo “mujeres” porque según el
Documento de Consenso del Ministerio de Sanidad del año 2011 (p. 27) y también
según la Actualización Científica del mismo del año 2015 (p. 23), más de ocho
de cada 10 afectados por SQM son mujeres.
Las enfermas que padecen SQM en España se hallan en flagrante situación de fragilidad y de indefensión.
Las enfermas que padecen SQM en España se hallan en flagrante situación de fragilidad y de indefensión.
·
En
primer lugar tienen que pasar varios años para que se les haga un diagnóstico
yendo de consulta en consulta y de especialidad en especialidad en busca del
mismo.
·
Padecen
una enfermedad altamente incapacitante. Pese a ello, en reiteradas ocasiones
les son negadas las bajas laborales, y por supuesto, en la mayoría de los casos
tampoco se les estima la incapacidad laboral. Ambos hechos las convierte en
altamente vulnerables pues la gravedad
de sus padecimientos las obliga a tener que dejar sus trabajos y a tener que
depender económicamente de sus familias.
Esta desatención por
parte de las diferentes políticas sociales y sanitarias del Estado no puede
llevar otro nombre sino violencia de género institucionalizada:
·
No
se legisla para proteger a las afectadas, antes bien, el mismo Ministerio de Sanidad
en el presente año 2019 publica una guía que más tarde retiraría ante el clamor
ciudadano, en la que recomienda a los magistrados que no estimen incapacidades
laborales por razón de padecimiento de una SQM.
·
No
se dedican presupuestos a la formación de médicos y especialistas en tratar
esta enfermedad.
·
No
se la considera en el baremo de enfermedades incapacitantes como si no lo fuese
y como si no existiese.
·
No
se asigna ningún presupuesto para la investigación de la SQM y, lo que es peor,
se toman en cuenta o se publicitan en medios públicos informes carentes de la
necesaria objetividad e independencia, los cuales confunden a los receptores.
Y si se sigue permitiendo que esto
ocurra es porque se considera una enfermedad de género, ya dijimos que la
prevalencia de la misma se estima en más de 81 % de mujeres afectadas.
Tradicionalmente se habla del
maltrato institucional para referirse a aquel que tiene lugar en países en vías
de desarrollo, ejercido por diferentes agentes del poder, del gobierno,
funcionariado… pero también estamos hablando de maltrato institucional o institucionalizado:
·
cuando
se omite el deber de legislar.
·
cuando
se descarta el deber de formar, aún sabiendo que con esta desatención se está
causando un grave perjuicio a un sector muy amplio de la población y que justamente
y, tal vez, no por casualidad, coincide que son mayoritariamente mujeres.
·
cuando
no se ponen los medios para la existencia de unidades especializadas en cada
comunidad autónoma con al menos un internista, un neurólogo, un psicólogo y un
odontólogo.
·
cuando
de forma reiterada se niega una segunda opinión médica ante especialistas con
experiencia en este tipo de pacientes.
·
cuando
en los distintos INSS provinciales emiten unos informes en los que ni siquiera
se reconoce la totalidad de las afectaciones de los individuos.
A todo esto quisiéramos añadir el
maltrato psicológico al que frecuentemente nos vemos sometidas y las
situaciones humillantes en las que se duda de nuestra enfermedad y en las que
no se nos otorga el mismo trato que al resto de los enfermos.
Somos conscientes de que la falta de
empatía con nosotros como pacientes, la descalificación pretendiendo hacernos
creer que nuestra enfermedad no es real, la culpabilización, la duda, la
crítica destructiva; forma parte del maltrato emocional.
Todo ello nos provoca: sentimientos
de culpa, estrés traumático, depresión, baja autoestima, insomnio, episodios
autolíticos, vulnerabilidad y discriminación; que en lugar de ayudarnos, redundan
en un agravamiento de nuestras dolencias previas.
Como afectadas de SQM sólo
pretendemos:
·
hacer
pensar a la sociedad en la que vivimos del trato denigrante que nos están dando.
·
solicitamos que se nos deje de ultrajar.
·
exigimos un trato igualitario al resto de los
enfermos de este país tengan una enfermedad que afecte mayoritariamente a
hombres o a mujeres.
Estamos en el siglo XXI y somos
mujeres, por favor, ya es hora de que olviden sus machismos a la hora de hacer política
y legislar porque, como todos sabemos, el sistema social es hereditario de las
políticas que se crean y de las normas que se dan.
ASOCIACIÓN SQM-EHS GALICIA (Asociación de Sensibilidade Química Múltiple, Electrohipersensibilidade e outras enfermidades ambientais)