ANTES DE TRATAR UNA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE,
INFORMACIÓN PARA PSICÓLOGOS
Y PSIQUIATRAS
AUTORA: María Argentina Rey Fernández (Médico Afectada
de SQM)
ILUSTRADORA: Lucía Pérez Alonso
TRANSCRIPCIÓN Y MAQUETACIÓN: María José Gómez Alvite
Difunde:
SQM-EHS Galicia (Asociación de Sensibilidade Química
Múltiple,
Electrohipersensibilidade
e outras enfermidades ambientais)
https:// asociacionsqm.blogspot.com
No es fácil
saber qué hacer cuando te derivan a un paciente con Sensibilidad Química
Múltiple y llega a la consulta por primera vez. Este documento nace con la
esperanza de ser una ayuda, una guía breve para los profesionales interesados
en conocer la enfermedad y a quiénes la padecen.
La Sensibilidad
Química Múltiple es una enfermedad emergente con una prevalencia estimada en
España del 0,04 al 4 %. Adquirida, crónica, compleja , multisistémica,
persistente y muy incapacitante se caracteriza por la pérdida progresiva de
tolerancia a productos químicos diversos, estructuralmente no relacionados
entre sí. Sus síntomas son reproducibles con la exposición química repetida y
aparecen ante niveles muy por debajo de los rangos establecidos como límite de
exposición profesional, son diversos, variables en gravedad, intensidad,
frecuencia y duración e implican a todos los órganos y sistemas: respiratorio,
digestivo, cardiovascular, endocrino, inmunológico, neurológico, cognitivo,
ginecológico, andrológico, piel y mucosas.
Su diagnóstico
es clínico, basado en los síntomas referidos por las personas afectadas en
presencia de exposición química. En la exploración física se pueden encontrar
signos como: eritema, ronquera, trastornos del habla, de atención, distensión o
aumento del perímetro abdominal, taquicardia, arritmia, taquipnea,
hiperactividad motora, descoordinación motora, bradipsiquia, asterixis.
En la
actualidad no dispone de tratamiento curativo y evitar las exposiciones es la
única medida eficaz.
El desconocimiento
de la SQM dentro del propio sistema sanitario, dificulta y retrasa su
diagnóstico una media de 5 a 10 años durante los cuales la persona afectada es
derivada de especialista en especialista mientras se agrava la enfermedad con
consecuencias físicas, psicológicas y sociales no sólo para esa persona sino
también para sus familiares.
Psiquiatras y
psicólogos serán algunos de los especialistas que durante esos años de
incertidumbre verán a los enfermos de SQM.
LO QUE ES
NECESARIO SABER
- LOS ENFERMOS
DE SQM NO SON SIMULADORES, RENTISTAS NI ABSENTISTAS LABORALES, tan solo
reaccionan a concentraciones ambientales de productos químicos tan bajas (no
detectables olfativamente) que puede parecer que se sienten mal sin exposición
aparente, lo que hace dudar a su entorno familiar, social, laboral e incluso
sanitario de su enfermedad.
- EL ORIGEN DE
LA SQM ES ORGÁNICO, las alteraciones inmunológicas y bioquímicas encontradas en
los últimos años, sugieren una supresión de la defensa antioxidante del
organismo junto a un incremento de inflamación sistémica con componentes
autoinmunes (1).
- LA SQM NO ES
UNA ENFERMEDAD DE ORIGEN PSICOLÓGICO NI PSIQUIÁTRICO NI ESTÁ JUSTIFICADA POR UN
PROCESO DE SOMATIZACIÓN, ello no quita que los pacientes con SQM como sucede en
cualquier enfermedad crónica no sufran fenómenos ansiosos o depresivos
asociados, secundarios a la enfermedad pero no causantes de la misma (2).
- LOS SÍNTOMAS
PSICOLÓGICOS PUEDEN SER EXPRESIÓN DE LA EXPOSICIÓN. Dentro de la sintomatología
asociada al síndrome de SQM, pueden aparecer alteraciones del sistema nervioso
central con manifestaciones en la esfera cognoscitiva, como alteraciones de
memoria, de concentración y del sueño, dolor de cabeza, irritabilidad,
ansiedad, nerviosismo, cambios de humor, cansancio y pérdida de motivación por
las cosas que antes realizaban, llegando incluso a la depresión. Esta
sintomatología podría confundirse con patología previa psiquiátrica sin serlo,
pues se trata de sintomatología propia de la SQM (3).
En ocasiones
los síntomas psicológicos pueden ser incluso secundarios al mal manejo de la
enfermedad por el personal médico o expresión de comorbilidades(4).
- EN LA
ACTUALIDAD NO HAY NINGUNA EVIDENCIA DE QUE LA SQM SEA UNA ENFERMEDAD PSIQUIÁTRICA,
de hecho, a medida que se avanza en su conocimiento, cada vez son menores los
trabajos que hacen referencia al origen psicopatológico predominando los
trabajos que enfocan la investigación hacia un origen órgano tóxico (5).
- LAS
EXPOSICIONES REPETIDAS NO ORIGINAN TOLERANCIA al contrario, agravan la
enfermedad por lo que es absurdo y peligroso
"invitarle" a que se exponga. La evitación de los productos químicos
debe ser absoluta ya que mínimas dosis son suficientes para hacer persistir la
sintomatología. De hecho, ningún tratamiento sintomático será efectivo mientras
persista la exposición.
UNA VEZ EN LA
CONSULTA, ¿CÓMO AYUDARLE?
La SQM provoca
un gran impacto en la vida personal, familiar, social y laboral de los enfermos
obligándoles a reajustar sus expectativas y a modificar sus hábitos.
La falta de
reconocimiento de la enfermedad y el hecho de que no exista un tratamiento
curativo hacen que a veces el médico no tenga “nada”
que ofrecer al enfermo de SQM y se sienta incómodo al no poder dar una
respuesta adecuada a sus demandas.
Si queremos
conseguir una relación médico-paciente basada en la confianza mutua, es
importante NO CUESTIONAR AL ENFERMO NI A SU ENFERMEDAD.
Que le hayan
enviado a la consulta de Psiquiatría o de Psicología no significa que tenga una
patología mental y que no se conozca dónde está la alteración no significa que
no exista. A lo largo de la historia de la Medicina muchas enfermedades fueron
catalogadas inicialmente como trastornos mentales hasta que los avances
técnicos las pusieron en su lugar como enfermedades orgánicas.
Lo fundamental
será :
- DEMOSTRARLE
EMPATÍA, entender su sufrimiento y que no se sientan desatendidos, mal
atendidos ni discriminados, ya que una inadecuada respuesta sanitaria será un
obstáculo para las posteriores consultas.
- ESCUCHARLE,
es vulnerable, está indefenso. Evitar las
exposiciones supone tener que aislarse de los demás, no porque quiera o le
guste, sino porque no le queda más remedio.
- NO TRATARLE
CON FÁRMACOS SI NO ES ESTRICTAMENTE NECESARIO. Durante la evolución de la
enfermedad va a ir aumentando progresivamente el número de sustancias químicas
a las que reacciona con aumento de los síntomas y de su intensidad, incluso
puede dejar de tolerar alimentos, bebidas y medicamentos que previamente eran
tolerados.
Es necesario
conocer muy bien los excipientes de los medicamentos que se vayan a utilizar ya
que los enfermos de SQM reaccionan a sustancias como colorantes, conservantes,
edulcorantes artificiales, aromas, etc., por eso es recomendable no sustituir
las prescripciones ni utilizar genéricos de medicamentos a menos que sea
inevitable.
Si instaurar un
tratamiento es absolutamente necesario, hay que extremar las precauciones,
vigilando estrechamente la aparición de reacciones, procurando que no coincidan
dos nuevos tratamientos a la vez siempre que sea posible y evitando las
asociaciones de fármacos.
- UTILIZAR
ANSIOLÍTICOS Y ANTIDEPRESIVOS SÓLO CUANDO LA SINTOMATOLOGÍA APAREZCA CLARAMENTE
EN EL CURSO CLÍNICO DEL PACIENTE Y SEA RELEVANTE.
En algunos
pacientes con SQM existe una especial intolerancia a los inhibidores selectivos
de recaptación de la serotonina (ISRS), como los inhibidores de la enzima
monoaminooxidasa (IMAO), por lo que debe considerarse con prudencia la
utilización de estos fármacos como antidepresivos en los pacientes con SQM. En
caso de precisar un tratamiento antidepresivo debe incidirse de forma lenta y
progresiva a bajas dosis (6).
Y por supuesto
es estrictamente necesario y primordial CUMPLIR EL PROTOCOLO PARA LA ASISTENCIA
DE ENFERMOS CON SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE.
La/s persona/s
que le atiendan no deben llevar colonia, perfume, desodorante, etc. y la
consulta debe ser limpiada previamente con agua y bicarbonato, sin ningún
producto químico que les pueda afectar, debiendo ser citados a primera hora,
cuando haya menos gente para que el riesgo sea menor. Se aplicará el protocolo
asistencial de la propia Comunidad Autónoma y de no existir, se puede consultar
el "Protocolo para la atención hospitalaria de enfermos con SQM" en
el blog de nuestra asociación:
Es importante
recordar que en presencia de productos químicos los enfermos de SQM pueden
sentirse confusos y desorientados, irritables o con alteraciones que podrían
interferir con un correcto diagnóstico, haciendo pensar a los profesionales
sanitarios en una patología anímica inexistente, de ahí la importancia y la
necesidad de prescindir durante el acto médico de cualquier producto que les
pueda afectar.
- REFLEJAR LA
REPERCUSIÓN DE LA SQM EN LA VIDA PERSONAL, FAMILIAR, SOCIAL Y LABORAL, anotando
en su historia clínica las limitaciones que le ocasiona la enfermedad, los
cambios y pérdidas que ha producido en su vida, las actividades a las que se ha
visto obligado a renunciar, lo que supone para sus relaciones personales tener
que llevar una mascarilla, su pérdida de autonomía y de independencia, si su
red de apoyo es o no suficiente, cómo le afecta la frustración al no poder
participar en actividades colectivas o el hecho de perder todo aquello por lo
que ha luchado en la vida: puesto de trabajo, estudios, ingresos económicos,
etc.
Procurando
siempre no olvidar que unas palabras de apoyo y aliento, el respeto, la
comprensión y la empatía, le pueden ayudar mucho más que el mejor de los
fármacos.
Bibliografía:
(1) Medio Ambiente y Salud. Mujeres y hombres en
un mundo de nuevos riesgos. Carme Valls- Llobet.
(2),(3),(6) Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple.
Sobrevivir en un entorno tóxico. Joaquím Fernández-Solá. Santiago Nogué
(eds.).
(4),(5) Documento de Consenso Sensibilidad Química
Múltiple 2011. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.