PROFESIONALES MÉDICOS
Por María José Gómez Alvite
Sufrir una
serie de dolencias y experimentar diferentes síntomas en tu propio organismo
sin que ningún médico te explique la razón para ello es de por sí, ciertamente,
preocupante.
Y cuando esta
situación se alarga en el tiempo puede, cuando menos, minar tu estado de ánimo.
No puede ser
posible que después de pasar por varias consultas de distintas especialidades
médicas todos los doctores ignoren lo que te está pasando.
No hay más
ciego que el que no quiere ver.
Es evidente.
Si a esto se
suma que hay muchas probabilidades de que en los primeros años de afectación
por la SQM ni tú mismo sepas lo que te está pasando, ni nunca hayas oído hablar
de la enfermedad, la impotencia por saber qué le pasa a tu organismo y por
encontrar una solución es mayor.
Se están
equivocando en la política a aplicar con la SQM. No por intentar tapar o
invisibilizar un problema éste va a dejar de existir. Antes bien, se va
agravando como una bola de nieve de la que no puedes predecir las consecuencias
finales.
Está claro que
los padecimientos los sufre el paciente y que ni al político que elabora la ley
desde la mesa de su despacho, ni al médico que asegura no saber qué le pasa o
que defiende que la SQM no existe (amparado en no sé qué intereses) les importa
lo más mínimo nuestro sufrimiento.
Por suerte
existen también otros médicos aunque sean los menos (y lamentablemente no
buscan protagonismo), que no estudiaron su carrera por la posición económica
que les brindaba, ni por los incentivos, ni porque estuvieran pensando en un
ascenso en el escalafón social a través del otorgamiento de algún cargo
político-médico de responsabilidad sino, antes bien, POR EL AMOR A LA PRAXIS
MÉDICA, EL DESEO DE AYUDAR, DE ALIVIAR, DE SOLUCIONAR… Y su ética no les
permite seguir mirando a otro lado, su ética no les permite dejar al
paciente de lado, su ética no les permite decir que la SQM no existe,
SU ÉTICA NO LES PERMITE ANTEPONER LOS BENEFICIOS DE LAS MULTINACIONALES A LA
SALUD DE LAS PERSONAS.
Ellos son los
médicos que te escuchan, que solicitan las pruebas necesarias, que te mantienen en el cupo sin darte el alta en su
especialidad pese a las penalizaciones que por ello sufren.
En fin, son
médicos y personas. Ya sabemos que en todas las profesiones hay humanos
despersonalizados.
Sirva este
artículo para dar las gracias a todos los médicos que simplemente hacen bien su
trabajo.
Tan sencillo como eso.